Miércoles como este

Hay días que no. Que una no está y cuando no está, no está para nada. Y si lo está, es porque no queda otra remedio. Y hoy, ha sido uno de esos días. Esta mañana he quedado con una amiga y hemos ido a desayunar a la Plaza Vila de Gracia.  Me ha llenado de alegría ver lo bien que está,  cómo se está recuperando de su operación y lo excelente que han ido las cosas (y si lo lee, ella ya me entenderá). Hasta aquí todo muy bien.
Por la tarde, he ido a la biblioteca, para continuar trabajando en el trabajo que tengo ahora entre manos. Debo decir que, aunque haya empezado esta entrada un poco.... como lo diría? un poco 'radical', el proyecto en el que estoy metida ahora mismo me llena mucho. De hecho, creo que tener un reto intelectual, es lo que actualmente, me mantiene 'flotando en el mar de la vida'. Pero bueno, sigo. Mi sitio estaba ocupado y he tenido que bajar a la planta donde están los ordenadores y me ha costado lo mío poder concentrarme, pensar en lo que debía escribir. Así que sólo he podido aguantar apenas dos horas y me he ido a las 6.30. Me he dicho que no estaba para nada, pero al mismo tiempo, que tenía que dedicarle horas al trabajo! He caminado un poco por Gracia hasta que he llegado a uno de estos bares donde uno puede ver la vida pasar. Ya había estado en alguna ocasión y aunque tiene una minúscula terraza, compuesta por dos mesitas (made in Ikea?) y dos pufs rojos, te permite ver cómo pasan los graciencs, turistas y caminantes ocasionales de la calle Asturias. Y aquí me he quedado. No sólo con mi trabajo, sino poniendo la antena- de verdad que es inevitable -hacia: Una chico y una chica brasileños, que iban bebiendo y charlando hasta que ella ha derramado su copa, dándole la culpa al chico ; un irlandés que quería cenar ya hacia las 8 y ha empezado con un wisky (Cardhu, para más señas) que muy amablemente le ha ofrecido el camarero; unas chicas hablando de su 'inexistente vida íntima '(sic), y una chica que estaba un poco como en el medio de todo, no sólo exprimiendo su cerebro en busca de nuevas ideas, también demostrando esa capacidad que tenemos las mujeres de hacer mil cosas a la vez! Aún y  así, me he fijado en cómo cambian la intensidad de la luz para cenas íntimas, a partir de las 20:30 y el detalle de la velas y me he dicho...bonito, muy bonito.