miércoles, 21 de noviembre de 2007

Busco compañero de viaje

Busco compañero de viaje. El destino es la vida en sí misma, el conocerse, afrontar retos juntos y la felicidad nuestros objetivos. Compartiremos días de un sol radiante y también de chaparrones, incluso de tempestades. Trae paraguas. Yo llevaré un chubasquero. Me gusta mojarme con la lluvia. Me hace crecer. Equipaje ligero, con lo indispensable: sentido del humor, tenacidad, respeto y ganas de aprender a cada paso. Aparte, el que cada uno lleve. Me gusta saber qué hay en el fondo y prometo que quedará entre nosotros. Yo busco lo mismo. Necesito momentos de soledad, así que no pienses que estoy enfadada contigo. Con un poco de paciencia y mucho cariño, podrás entrar en mi corazón. Y quién entra en él, es difícil que lo deje salir. Aunque haya días en que tenga que coger un desvío o incluso me quede parada en el camino, no te fíes. Volveré a andar con energías renovadas antes de que te dé tiempo de saber qué me pasa. Me gustará contemplar puestas de sol en el mar y quedarme hasta tarde escribiendo o leyendo. No es indispensable que a ti también te guste, sólo que me lo respetes. Podemos aprender juntos de las inquietudes de cada uno, siempre que lleguemos a un acuerdo.
Si nos hemos de decir cualquier cosa que no nos guste, no esperaremos que pasen días ni que mezclemos el pasado. Si un día me dices que me admiras, te lo agradecerá y te diré que tienes motivos para hacerlo. De hecho, si me siento querida y reconocida es más fácil que luzca con el máximo esplendor. A todos nos gusta sentirnos así y espero que a ti también. No te cortaré las alas. Es más, te animaré a que te demuestres que eres capaz de volar muy alto. Te avisaré si veo que puedes caerte y hacerte daño. La decisión, no obstante, será siempre tuya. Te curaré las heridas. No hace falta decir que ninguno de los dos hará leña del árbol caído. Me gustan los bosques. Desearé que nos demos apoyo en nuestros respectivos proyectos, aunque no los compartamos siempre. Esto no significa que no tengamos que tener un proyecto vital común.
Nuestro hogar será el espacio, con calor, dónde nos encontremos a gusto y protegidos de los dolores de cabeza diarios. No sé si tendremos chimenea, pero procuraremos que el calor sea suficiente como para que siempre estemos a gusto y nunca nos quememos. Haremos una excepción cuando nos dejemos llevar por la pasión. Es excitante la mezcla de agua y fuego. Besos y abrazos no faltaran nunca. Las palabras suaves y una mirada comprensiva, harán más que el mejor de los regalos. No lo olvides.
Si tenemos niños, y que sepas que me gustan mucho, me gustaría que los educásemos con disciplina y muchos besos y afecto. Con mucha comprensión y escuchándolos, incluso cuando se preocupen porque su osito de peluche está enfermo. Respetaremos su manera de ser, como seres únicos e irrepetibles. No importa si no les compramos todo lo que nos pidan. La imaginación y disfrutar de la Naturaleza, me parecen los mejores regalos que les podamos ofrecer. Y mucha lectura. Con Amor. Quizá como esta. Nunca se sabe.
Lupe

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