Ya hace unos años, escribía sobre el equilibrio que constantemente he ido buscando, entre la emoción y la razón. Sé que es un trayecto vital en el que tendré que ir caminando constantemente, que es una necesidad, como respirar, comer o dormir. Ya forma parte de (mis) necesidades básicas, de lo imprescindible. Aunque esta 'necesidad' en ocasiones se puede ver imbrincada en otras cuestiones, como el deseo. Y ponerlo en una balanza intelectual, no siempre sirve... Sólo sirve, podría decir, momentáneamente. Es un esfuerzo constante, y últimamente, doloroso incluso, para que la balanza no deje de moverse.
Por suerte, siempre puedo apaciguar esta angustia deleitándome con el nuevo disco de Blaumut ... precisamente se llama 'Equilibrio'. Qué oportuno, por otro lado...
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