El domingo estuve en la playa con la familia de mi hermana, con mis dos sobrinas pequeñas, porque la mayor ya está de campamentos. Disfrutamos de unas horitas junto al mar, jugando a hacer 'sopa' con el agua y la arena, así como la gran diversión del verano: jugar a saltar olas. Estuvimos en la orilla, intentando que las olas- ya les expliqué que para 'olas' el Pacífico- no se nos llevaran y ellas podían estar horas con esa emoción de verlas venir, esquivarlas como pudieran y adentrarnos un poco hasta una medida prudencial. Y es que son esas pequeñas cosas las que nos hacen felices...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario!