Music heals my soul. Este podría ser el resumen de lo que siempre ha obrado en mí la música. Y si tengo que ser más específica, la música en directo es lo más sublime que puede haber. La vibración que se produce y va atravesando capa poro de mi piel hasta llegar al centro de mi propio ser y hace que todo, el ritmo, la melodía, las letras, se junten en una sola cosa. Yendo hacia ella siempre que la ocasión se me presenta.
Así ayer, a pesar del día o precisamente por buscar una actividad que lo contrarestara, me acerqué a la presentación del disco de la Barcelona Gipsy Klezmer Orchestra y los encontré, como en otras ocasiones, fabulosos. Algo cansados, incluso diría que desganados, camisa negra ellos, veraniego vestido blanco ella y el escenario un tanto frío - a pesar del calor- quizá tampoco acompañaba. Así y todo, estuvieron impecables y lo dieron todo en esos 35' de concierto. Son realmente, más que recomendables.
Y si quereis algo más guiri, hay unas sesiones de jazz en la terraza de la Pedrera, como el de mañana con Arnau Obiols- Projecte Pirene, por 28€ copita de cava incluida.
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