Hace unas semanas os invitaba a reflexionar sobre qué palabra podría definir vuestra vida. Estoy segura de que tenéis una o estáis en el camino de encontrarla. Personalmente, y como si de un torrente que siempre vuelve al mismo camino, a pesar de que encuentre obstáculos que le impidan seguir su curso, con el paso del tiempo, siempre ha estado ahí la misma palabra. Que me ha acompañado siempre, cuando ni siquiera era consciente. Que ha definido cada uno de mis pasos, de mis logros. Que ha sido el pilar sobre el que me he construido y deconstruido. Que es la fuerza, y en ocasiones el sufrimiento, que empuja mi vida. Que dirige mis acciones y es el freno de otras. Que hace que pueda sacar lo mejor de mí misma. Que me mantiene viva.
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