No me gusta ir a Ikea. Hay algo que me pone nerviosa. A pesar de eso, he comprado, sí...Como hoy, una lámpara para el salón, con una luz para leer incorporada, que sustituye a otra que se ha roto. Y aunque las pocas veces que he ido, me he llevado justo lo que iba a buscar, no he podido resistir la tentación al ver unas bonitas luces de cristal de hielo. Estos sí, siempre me han gustado. De hecho, una navidad hice unos de ganchillo y los colgué del techo, junto con unas piñas pequeñas (me gusta ver cosas colgadas del techo) y quedaba muy original.
Estas van con pilas y las he puesto en la ventana de mi habitación y con la cortina naranja, se crea una combinación fría y cálida, muy bonita.
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