miércoles, 21 de noviembre de 2012

Invitaciones

El sábado por la noche estuve en la fiesta de cumpleaños de la amiga de una amiga y la anfitriona, que conocía solo de una vez, fue tan amable que dejó que sus invitados trajeran, a su vez, a otras personas.  Esto me recuerda una frase que me ha dicho siempre mi madre "Cuando te inviten, has de ir siempre", que si bien estoy de acuerdo con ella, la matizaría y diría que no siempre se ha de ir... No obstante, con el tiempo me he dado cuenta, de que no hay nada que guste más que nos inviten y he tenido la fortuna de haber sido invitada a muchas cosas a lo largo de mi vida (y siempre he ido con mucho gusto). Lo de invitar, siempre ha sido algo que gusta tanto al anfitrión como a los invitados. Y precisamente de esto habló el periodista Lluís Permanyer en la Casa Elizalde ,entre otras muchas cosas muy interesantes sobre la burgesia de principios de siglo XX. De cómo las familias bugesas que vivían en l'Eixample, tenían un día concreto para recibir invitados.
Ahora uno puede ser invitado en cualquier día, para cualquier evento, sin, quizá tantos formalismos. Como esta tarde que me han invitado a la inauguración de una exposición, hecho que me ha hecho mucha ilusión (la exposición en sí, esto...ya sería otro tema del que hablar). De vez en cuando, también veo la frustración que puede provocar entre los niños eso de no ser invitado a las fiestas de cumpleaños. Como pueden alegrarse o entristecerse con solo recibir, o no, esas tarjetas decoradas con motivos infantiles y escritas por ellos mismos. Y es cuando se dan cuenta de que uno quiere verse rodeado de las personas con las que se siente a gusto y que no se puede (ni es posible) gustar a todo el mundo.
Sea como sea, me encanta que me sigan invitando! y sobretodo, recibir las muestras de agradecimiento del anfitrión/a, por la compañía y los buenos momentos pasados.

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