Salgo del trabajo, los viernes salgo un poco antes, y quedo con un amigo para tomar algo. Decidimos comer en un bar de tapas de Rambla Catalunya. El ambiente no está mal, la comida no mata, aunque lo que importa, es la compañía. Nuestra conversación fluye, entre cuestiones con tintes filosóficos, existenciales, dolorosos incluso.
De la necesidad de afecto, un tema recurrente, y la importancia de éste, en la vida de las personas. De lo difícil que parece tener el obtenerlo- a pesar de que utilizaría otro verbo- y de los beneficios de éste. De que no tiene nada que ver con el sexo, a pesar de que, muchas veces, en realidad, lo que se quiere sentir es afecto…(Afecto es un abrazo tierno, de esos que llegan al alma, un beso con ternura, dormir abrazados, cogerte de la mano aprehendiendo el alma, que con una mirada ya te comprendas, sentir que compartes, sentirse cerca…).
De la necesidad de poder contar con alguien, y no con cualquiera (y aquí el matiz es bastante importante) para confiar aquellas cuestiones que no se acaban de resolver en nuestras vidas y que compartes, si tienes suerte (y él la tiene) con una persona. No obstante, la sensación de que la comprensión no es total se refleja en su frase “No te comprenden del todo porque no lo han vivido…"
De la necesidad de la amistad. De cómo ésta, con el tiempo y a medida que nos hacemos mayores, se va transformando y que, como todo lo que importa en la vida, prima la calidad a la cantidad. Que si puedes contar a tus amigos de verdad, con los dedos de una mano, te puedes sentir afortunado. De cómo la amistad también se pone ‘a prueba’ en los momentos vitales menos buenos.
De la necesidad de encontrar a quién conocer más y mejor y ver si se congenia. Si es la persona que queremos como pareja...
De la necesidad de saber estar solo, con uno mismo, y que si uno no sabe estar solo, difícilmente sabrá estar con una pareja. De -pienso yo- conocerse bien, saber quién eres…como digo yo, ‘saber aguantarte a ti mismo’, tus neuras, tus agobios existenciales, que todos tenemos, y buscar apoyo, que no la solución a éstos, en el otro.
De la necesidad de encontrar a quién conocer más y mejor y ver si se congenia. Si es la persona que queremos como pareja...
De la necesidad de saber estar solo, con uno mismo, y que si uno no sabe estar solo, difícilmente sabrá estar con una pareja. De -pienso yo- conocerse bien, saber quién eres…como digo yo, ‘saber aguantarte a ti mismo’, tus neuras, tus agobios existenciales, que todos tenemos, y buscar apoyo, que no la solución a éstos, en el otro.
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