No me preguntéis cómo nos lo hicimos, pero el pasado lunes día 21, una amiga y yo, asistimos a una boda real en Santa Maria del Mar. Y os diréis (o no!), una boda real? De quién?. No hemos odio nada...Si ya es sorprendente, si os digo que era la boda de unos gigantes, mi fama de que me gusten las cosas atípicas, será más que merecida...Y es que, commemorando los 300 años de la boda de Carlos III (archiduque de Austria) y de Elisabeth-Cistine, de Wolfenbüttel , hubo una ceremonia en Santa Maria del Mar, con autoritades (Jordi Pujol y Marta Ferrusola, el cónsul de Austria, ...) en lo que se convirtió en una boda multitudinaria. Los invitados, eran parte de los gigantes de Barcelona y hubo castellers en honor de los contrayentes. La novia, vino acompañada de su séquito (los podeis ver en la foto de grupo), vestidos de la época. Después, se repartió un trozo de pastís sacher para todos los asistentes y moscatel (iban a medias con los gastos de la boda, ya se sabe que la crisis afecta a todo el mundo...) y un ambiente muy divertido. Y por si todavía os lo estáis preguntando, soy una auténtica fanática de los gigantes, ya desde pequeña, y si además era sobre un tema histórico y en un entornoe como Santa Maria del Mar, no me lo podía perder. Aquí teneis la noticia.
Los novios y su séquito. Más bien parecían sacados de un capítulo de los viajes de Gulliver...
La novia no fue la única en sufrir el calor dentro de la iglesia. Es la única gigante de Alemania y su padrino, es el 'gegant del Pi'.Cuando acabó la ceremonia, los novios y 'los invitados' salimos fuera para celebrarlo.
La comitiva dirigiéndose hasta la plaza dónde nos esperaba un pastel sacher y moscatel. Lo que ya vimos más complicado fue el tema de la noche de bodas...
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