El próximo viernes habrá luna llena y aunque lo he tenido que buscar para confirmarlo, alguna cosa me decía que tenía que ser un día de estos, por mi estado de ánimo. A pesar de que éste se pueda ver "alterado" por diversos motivos, cómo me afecta la luna llena ya lo comenté en un post de enero Y no es que yo sea la mujer-lobo, aunque mi nombre pueda llevar a confusión. No. Simplemente, es así. Recuerdo que cuando eramos pequeños, mis hermanos y yo, subíamos al terrado, para ver las estrellas y la luna. Era toda una aventura, nos sentíamos pequeños exploradores!. Mis padres quisieron que apreciáramos los pequeños detalles de la Naturaleza, también en la ciudad. Ahora, todavía me gusta contemplar la luna y las estrellas, desde el balcón o desde la cama (aprovechando que ahora duermo en el suelo, me gusta más, y hay mejor perspectiva) y he trasladado mi pasión a los sobrinos. Hasta tal punto que el otro día, le pregunté a mi sobrina de casi 4 años, dónde estaba la luna, porque no se veía, y me respondió muy seria "Se le han acabado las pilas". Tendré que insistir un poco en mis clases de Naturaleza...
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