Antes de irme de puente, ya hablé sobre “puentes”, más bien mentales. Y si queria puentes, vi muchos. En cada pueblecito que fuimos, había uno. Y bueno, estábamos de puente, vimos muchos puentes y queríamos establecer puentes, en vez de levantar muros. Y os diréis, pero que dice esta ahora?. Pues nada, que la frase “Aprendamos a construir puentes, en vez de levantar muros”, me rondaba por la cabeza desde hacía tiempo y quise ayudar a una amiga a sacarle de su vocabulario una palabra, que no hace sino, levantar muros. Es una palabra que se dice mucho y yo, a pesar de que intento evitarla, también la digo alguna vez. Así que cada día, dábamos pasos hacia puentes, cogiendo una nueva perspectiva de cómo se pueden ver las cosas en la vida. Y lo que es más importante, cómo hablamos de lo que nos pasa, ya que aquí está el quid de la cuestión. Si hablamos en negativo, es fácil que tendamos hacia la resignación, que a su vez, implica immovilización. De esta manera, vamos levantando muros, cerrándonos posibles salidas. Si en vez de esto, construimos puentes, establecemos relaciones positivas entre una situación y otra. Y decir "construir" no es gratuito, ya que implica una reflexión previa, un ensayo y error hasta conseguirlo. (Foto: Puente de Espot)
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