Una mañana, hacia las 8'15 camino hacia el trabajo, en un semáforo de Lesseps, un padre joven llevaba dos niñas a la escuela, que deduje, eran sus hijas. Una, de unos cinco años, de la mano, mientras la otra, de unos dos años, la llevaba a hombros. Mientras esperábamos a que el semáforo se pusiera verde, los miré, sonriente, de reojo. Y después de dudar unos segundos, no pude evitar sacar un pañuelo de papel y dárselo, mientras le decía con mi mejor sonrisa, 'Es que le se está cayendo un moquito y no me gustaría que te cayera en la cabeza .. . ', detalle que agradeció infinitamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario!