Volver a casa paseando por la Diagonal y ver una de estas maravillas que la luz del atardecer nos obsequia los días de verano. La sombra proyectada de uno de los edificios más singulares de esta zona de Barcelona, la Casa Sayrach. Mostrando como su elegancia y sinuosidad se reblea frente a los edificios tristes y sin forma, sin sentido de la estética, que no respetan el tiempo pasado. Estableciendo una alianza con la fuente más poderosa el Sol, para lucir incluso más bella si cabe, mostrada de esta manera.
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