Todavía no he comido el preceptivo cucurucho de castañas y/o boniatos, ni siquiera un 'panellet', que ya me encuentro los dulces típicos de Navidad en las tiendas. Por no hablar de los adornos, lucecitas, velas doradas, rojas, pequeños abetos, duendecillos ayudantes de Papa Nöel y demás artículos para decirle al resto del mundo que vivimos la Navidad tal y como la sociedad marca /lo entiende / las grandes corporaciones nos mandan. Que les hagamos caso, ya es otro cantar. Aunque, ay el poder de la novedad! está demostrado que adelantar este tipo de artículos, hace que se adquieran antes. O es que acaso nos hemos creído que lo hacen para que nos acordemos de 'ser buenos' para que nos caigan más regalos? Por cierto, a pesar de que todavía no estan encendidas- en Barcelona se hará el próximo viernes 21- las luces ya estan puestas en las calles. Las de Paseo de Gracia, inspiradas en la arquitectura de Gaudí.
Y sí por mucho que diga, me encanta todo lo que sea fuente de luz y las luces de Navidad no iban a ser menos.
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