No porque lo diga el anuncio del perfume, con el mismo nombre, de una conocida marca francesa de perfumes. Ni por la película, un clásico ya de las navidades. La vie est belle, porque sí.
Pero no puedo evitar buscar en la página web del perfume, cómo lo han desarrollado y sí, como imaginaba, encuentro toda una explicación, desde el eslógan escogido hasta como se rodó el anuncio.
He de reconocer que lo que más me gusta de éste, es el nombre del perfume y esos hilos de strass (cristales de Swarovski tal vez?) con los que los asistentes a la fiesta parecen encadenados a un guión preestablecido. La verdad es que es un anuncio lleno de simbologia y digno de ser estudiado hasta el último detalle. Por ejemplo, todos los asistentes a la fiesta van vestidos de negro (el negro es la ausencia de color, es un color sin color), mientras la protagonista y la que decide romper con esos convencionalismos, lleva un bonito vestido blanco. El blanco es la suma de todos los colores, es el color de la luz, se asocia con el bien, la verdad, lo nuevo,... Y lo que se entrevé en esa fiesta es, precisamente que cadauno es libre de elegir el camino de su propia vida, de su propia vida bella.
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