Torre de Babel. CaixaForum 'Torres y Rascacielos' |
Busco una revista en francés para mi madre, idioma que domina junto al portugués y algo de alemán. Después de una búsqueda infructuosa por todos los kioskos de Paseo de Gracia y al ver que el número ya se ha agotado, me siento en una terraza de Rambla Catalunya para tomar un café. Detrás de mí, hay sentados dos chicos y dos chicas. Estados Unidos, Italia y México, componen el internacional grupo. La italiana les enseña su idioma conjugando el verbo 'fare', concretamente con 'fare l'amore'. No puedo evitar sonreir al escuchar la pronunciación y las ganas, literales o metafóricas, con las que ellos se esfuerzan en repetir una y otra vez la conjugación de dicho verbo.
Salgo por las fiestas de Gràcia y en un concierto, escucho la conversación entre dos argentinas y una chica de Zaragoza. Ésta, explica que ya lleva 3 años viviendo en Barcelona y les dice, en un tono algo despectivo, que el catalán no. Que no le interesa para nada aprenderlo. Me acerco hasta la calle ganadora del 2º concurso de calles adornadas. Uno de los de la Comissió de Festes, es un irlandés que lleva años en Barcelona y tiene un perfecto catalán, que más de un político quisiera para sí.
Me envían una oferta de trabajo. Uno de los requisitos, disponibilidad para vivir en Alemania y tener el B1 (que no, aunque sigo trabajando en ello, todavía no poseo).
La chica italiana que vive con nostros, me explica que en su clase de catalán, del Consorci de la Normalització Lingüística, todos los que estan interesados en aprenderlo, es por motivos de trabajo.
Salgo por las fiestas de Gràcia y en un concierto, escucho la conversación entre dos argentinas y una chica de Zaragoza. Ésta, explica que ya lleva 3 años viviendo en Barcelona y les dice, en un tono algo despectivo, que el catalán no. Que no le interesa para nada aprenderlo. Me acerco hasta la calle ganadora del 2º concurso de calles adornadas. Uno de los de la Comissió de Festes, es un irlandés que lleva años en Barcelona y tiene un perfecto catalán, que más de un político quisiera para sí.
Me envían una oferta de trabajo. Uno de los requisitos, disponibilidad para vivir en Alemania y tener el B1 (que no, aunque sigo trabajando en ello, todavía no poseo).
La chica italiana que vive con nostros, me explica que en su clase de catalán, del Consorci de la Normalització Lingüística, todos los que estan interesados en aprenderlo, es por motivos de trabajo.
Todavía hay quién cree que el saber idiomas no es una ventaja y que los que somos bilingües no tenemos más facilidad para aprender un tercer o cuarto idioma?
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