Ayer empecé un curso intensivo de Danza del vientre, con una compañera de trabajo y me dí cuenta de que, más bien se tendría que llamar "Danza del Michelín" porque tal y como dijo la profe, si se tiene un poco de barriguita, mejor para hacer según qué movimientos. Además, queda realmente más bonito. Osea, que encuentro que es una buena manera de que las mujeres esten contentas con sus curvas y en especial, con la curva de la felicidad. Bromas aparte, al ser un curso de tan sólo tres dias, pero muy intensos, la profe no pretende que cuando salgamos, podamos sacarnos un sobresueldo en algún restaurante árabe, ni mucho menos. Ni que sorprendamos a la pareja con este tipo de bailes, aunque nunca se sabe...Así que dijo que básicamente, estábamos allá para "hacer unas risas". Y de éstas hubo, ya lo creo!. De entrada, ya el calentamiento, provocó más de una risotada. Parecía más bien, la preparación al parto y cómo eramos todo chicas, pues...Después los diferentes pasos, también tienen su qué. Por no hablar del momentazo "pañuelo de monedas", que no falte por esto. Sólo lo llevaban cuatro chicas, pero fue suficiente, como para que según qué momentos, pareciera que estuviésemos en la piscina de monedas de Tío Gilito. Esto sí, todo muy divertido.
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