Hoy he comido en los Jardines de la Universidad de Barcelona, en ese espacio alejado del ruidoso centro. Mientras estaba sentada, observaba como una abeja libaba una flor y después otra. He acariciado las hojas de una planta para sentir su textura. Al mirar al cielo, tan azul, me he dado cuenta de los matices de verde que había por la mezcla de árboles. He cerrado los ojos y me he puesto a pensar en lo beneficioso que puede ser pasar un rato en contacto con la Naturaleza.
De hecho, de todos los recuerdos que tengo de momentos felices, los que son de contacto con la Naturaleza, están casi arriba de todo en la lista. La luz del sol, el verde de los árboles, la irregularidad de las ramas y el aroma de las flores, las abejitas y el despertar de los pajaritos. El aire puro y sobre todo, la luz del sol.
De hecho, de todos los recuerdos que tengo de momentos felices, los que son de contacto con la Naturaleza, están casi arriba de todo en la lista. La luz del sol, el verde de los árboles, la irregularidad de las ramas y el aroma de las flores, las abejitas y el despertar de los pajaritos. El aire puro y sobre todo, la luz del sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario!