Como suele pasarme cada verano, en cuanto llegan días de mucho calor, me cogen unas bajadas de tensión que me deja por los suelos. No obstante, hoy ya me he despertado sintiéndome no muy bien y durante toda la mañana, me he sentido más que mareada. Cada año me lo digo: de julio a septiembre tengo que irme a vivir a la montaña. Así que he tenido que pedir un rescate en forma de recogida del trabajo, por parte de mi cuñado y sobrina mayor, porque hasta para coger el autobús me he visto incapaz. (Ojo! ahora mismo, a las 20:46, 28º y sensación térmica de 31º)
Y a pesar de que el calor no me sienta nada bien, como apasionada de saber el cambio del tiempo, las temperaturas máximas y mínimas, la sensación térmica, la humedad, la duración del día, la presión atmosférica, etc, la primera aplicación que me he bajado en mi nuevo smartphone, ha sido una para consultarlo y en diferentes ciudades del mundo.
Así que, cuando haya recuperado un poco la energía, seguiré escribiendo. De hecho tengo muchos temas en el cajón, que se van quedando y que tengo ganas de colgar aquí.