sábado, 9 de febrero de 2013

Orden-caos

El viernes pasado fui a la Filmoteca a ver 'El loco del pelo rojo' sobre la vida de Vincent Van Gogh, dirigida por Vincente Minelli. Es un pintor que desde siempre me ha fascinado (por alguna influencia familiar seguramente ...) y a medida que he ido conociendo más acerca de su vida, más me he dado cuenta de la importancia para muchos artistas, del apoyo de personas significativas para ellos. La bonita relación que tuvo con su hermano Theo-sus cartas son testimonio-es una buena prueba de ello.
Hay muchos momentos de la película que me hicieron reflexionar especialmente; la sensibilidad del artista, la terrible soledad que sufre, los intentos de su hermano para que estuviera bien, ... Cuando Paul Gauguin visita a su amigo en su refugio de Arles, la habitación del qual decoró con sus famosos girasoles, lo primero que hace es poner orden en la caótica casa de la Provença francesa. Esto deja un poco parado a Van Gogh y su amigo le dice que no puede vivir así. Que él (Gauguin, magníficamente interpretado por Anthony Quinn) ya tiene suficiente caos interno y que por ello necesita orden exterior. Me quedé con esa idea, que de hecho siempre me ha obsesionado: orden-caos, orden externo-orden interno? Y no, no necesariamente. Aunque puede dar una idea de cómo se organizan las ideas, no quiere decir que éstas sean ni mejor ni que la persona esté mejor. Ni mucho menos .... He conocido personas obsesionadas con el orden, que no era si no una forma de poder controlar 'algo', de hecho, lo único controlable en sus vidas. Y caos que dan mucho de sí ... Todo con medida, por supuesto.

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