Seguramente después de saber las medidas adoptadas por el Gobierno y de haber dicho 'Basta!', muchos habéis pensado, o ya lo teníais dando vueltas por la cabeza hace tiempo, irse a trabajar fuera del país. No es una idea descabellada, ya que si el presente no parece muy bueno, el futuro no pinta muhcho mejor. Así y todo, si os lo estáis planteando en serio, teneis que tener en cuenta que no todo es un camino de rosas. Como ejemplo de las recomendaciones, este artículo de Raul Fernández, en la versión española del Huffington Post, del pasado martes, en un tono sensato, como réplica a otro, la experiencia del qual puede dar una idea equivocada de la realidad del que se va fuera a trabajar.
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