No, no me refiero a que esta mañana me he dormido y en vez de despertarme a las 7.45, lo he hecho 30' más tarde (aunque, así y todo he llegado puntual al trabajo). Me refiero más bien, a que esta noche he retomado mis sesiones de footing, después de meses sin hacerlo debido, en parte, a la fisura de mi dedo pequeño del pie (la típica lesión de verano, que me ha dejado el dedito medio amorfo). Nada como 'darse una vuelta' desde General Mitre, Via Augusta hasta Passeig Bonanova, 45' sin descanso, intentando pillar, mi compañera de running y yo, a los que también aprovechan ese tiempo antes de la cena, para generar endorfinas, la 'hormona de la felicidad' aparte de sentir todos los beneficios que conlleva. (Y acabar planchada toooda la noche, que de eso se trata...)
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