A punto de empezar el mes de junio, un
pequeño apunte de lo que son las lluvias en mayo. Imprevisibles,
de repente, divertidas, peligrosas (en especial por el nuevo pavimento de la
Diagonal), calurosas y frescas. Y lo que más me gusta, el olor a tierra
mojada que deja y que se puede disfrutar cuando pasas cerca de un jardín, un patio o de un pequeño espacio con hierba.
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