La pareja no es para hacerte feliz. Esta frase tan corta, tan breve, tan sencilla, conlleva una gran verdad. Esperar a que el otro nos dé la felicidad, creo que es un error ya que ésta tiene que venir de un trabajo propio y personal. Y es más, poner en el otro ese 'peso' es demasiada responsabilidad. Esto no quita ese anhelo de que busquemos al otro, su cariño, el sentimiento de pertenencia, la intimidad, la construcción de un proyecto común, el sexo con amor. Incluso la confrontación, tan necesaria para crecer como seres y poder dar la mejor versión de nosotros mismos. Y que uno pueda sentirse feliz (incluso muy feliz) compartiendo la vida en pareja. Yo añadiría que si bien la pareja no nos da la felicidad, no compartir la vida con alguien significativo, puede dar cierta infelicidad. Al fin y al cabo, todos queremos una vida de plenitud en encontrar un compañero de camino.
Os dejo el enlace del último programa de l'Ofici de Viure, donde los psicólogos Joan Garriga y Marta Centelles, tratan este tema de una manera muy entendedora.
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