En agosto fuí a ver 'La delicadeza' (Cines Méliès, todas las películas en VOSE, 4€ los lunes), una muestra más del desembarco en nuestro país, de cine del país vecino.
El cine francés puede gustar o no, sobretodo en esta industria monopolizada por las producciones de EEUU, aunque para los que nos gusta ver algo más que cine comercial, pienso que hay que darle una oportunidad a todo lo que se salga de él. Cine producido en otros países. Novelas desconocidas, historias que pueden llegar a pasar desapercibidas y que se rescatan gracias a ello, directores que buscan una oportunidad, etc. Además, es una manera de conocer los gustos, las costumbres y las maneras de hacer, que muchas veces quedan eclipsadas por las grandes producciones y su promoción (algunos diran, hace falta?) Pues bien, la película vale la pena, a pesar de que se pierde un poco entre el duelo de la protagonista y la necesidad de acercamiento de su compañero de trabajo. No obstante, hay un par de detalles (una horterada incluirlo, donde ni va ni viene) que se salen un poco de lo que estamos acostumbrados- y más teniendo en cuenta el argumento- o es que el cine francés tiene algún ramalazo así (como en la infame "El Skylab" de la que sólo se salva Marc Ruchmann) y muestra la idiosincrasia del país vecino. Me quedo con la, precisamente, delicadeza con la que el protagonista, François Damiens, se va acercando a su compañera Audrey Tautou, la chica de Amelie (obligatorio verla). En lo mejor de esta película estan esos detalles, que afortunadamente se dan en el mundo real (o es un reflejo, mejor dicho) y que nos muestran que la delicadeza y el acercamiento pausado, es la mejor manera de llegar a alguien. Hay un momento muy bonito, delicioso,...lleno de ternura y delicadeza..pero dejaré que la veáis y juzgeis por vosotros mismos.
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