Calcetines calentitos. Autoría propia | . |
Es verdad que ha llegado el frío de pleno invierno así, de repente y sin avisar. Y también es verdad que pasado unos días, ya nos acostumbramos. O al menos yo, que no soy friolera y que empiezo a pensar que nací en algún país nórdico y me bajaron hacia Barcelona. Mirando las temperaturas, en comparación a nuestros vecinos europeos, no nos podemos quejar mucho. El clima mediterráneo (ahora hablo de los afortunados de esta parte de España) templa las temperaturas, siendo estas suaves. Llevar un buen abrigo y abrigarse 'a capas' en plan cebolla, ya que la mayoría de los espacios están climatizados, es una buena opción. Abrigarse
bien cuando se está por casa y no poner demasiado alta la calefacción o
estufa, porque deja medio dormido o aplastado. Poner alfombras, cortinas y vigilar por donde se filtra el aire, es un plus de confort dentro del hogar.Tomar bebidas, sopas o cremas calientes y alimentos caloríficos para calentar el cuerpo, también nos da una sensación de calor. Aprovechar nuestro sol y estar, aunque sea bien abrigado, un rato sintiendo su calorcito. Todo ello, con excepción de las olas de frío, que entonces si que se me congelan las ideas. El
resto de la temporada de invierno, duermo con una camiseta (excepto si
estoy enferma, que espero que este año la gripe me respete, y me pongo
pijama) y sin calefacción ni estufa. Hace unos años he descubierto un pequeño truco y es el de ponerme loción hidratante antes de meterse en la cama. Me siento como si llevara una capa extra y además, el olor de ésta, despierta los sentidos. Y por si todo lo anterior no funciona, nada como la calidez de un abrazo.