martes, 30 de septiembre de 2008
domingo, 28 de septiembre de 2008
Lloros desgarradores
Estaban dentro de mis sueños o eran gritos reales?. Esta niña que grita desperadamente, es la misma con la que he soñado y a la que tenía que proteger o es más real?. Realidad y sueño se han confundido, hasta que me he dado cuenta de que no. Que la niña de mi sueño existía y pedía ayuda. Me levanto sobresaltada de la cama y miro por el balcón, intentando averiguar de dónde vienen esos lloros. En cuanto localizo la terraza, intento, todavía medio dormida, ver a la niña que grita y llora, pero las plantas que tienen, no me lo permiten. Es cuando oigo "Papá, abre la puerta por favor", que me congela la sangre y hace que, medio en pijama, salga de casa para ir a picar al interfono del piso de la casa de delante. A la voz de lhombre que me contesta, le digo "Creo que tenéis a la niña encerrada en la terraza".Me es imposible entender lo que me dice. Le vuelvo a decir que creo que hay alguien con problemas...Intento, sin éxito, entender lo que me contesta. Me quedo un rato en la calle, esperando que la niña se calle. Un descuido?, un castigo por alguna travesura de una niña de 6 años? , una pérdida de paciencia un domingo a las 11 de la mañana?. Sí, quizá me meto donde no me llaman, pero, estos lloros desgarradores, me pueden.
viernes, 26 de septiembre de 2008
miércoles, 24 de septiembre de 2008
El misterio de las playas de Escocia
Fijaros en este corazón. Mono, eh? Esta hecho en la arena, concretamente en la arena de la playa de North Werwick, un encantador pueblecito cerca de Edimburgo. Pues lo más curioso es que la orilla estaba llena de formas de este tipo; Nudos, corazones a medio hacer, etc. La primera vez que las ví fue en St. Andrews y pensé que quizá había algun tipo de gusano debajo que daba estas caprichosas formas. Cuando me acerqué para poder verlas mejor, me dí cuenta de que si las chafaba, se deshacían. Es decir que no había nada debajo que mantuviera la forma. No le dí más importancia. Pero cuando estuve en la playa de North Berwick, dias más tarde, bastante alejado de St. Andrews y volví a ver este fenómeno, ya empecé a darle vueltas al asunto...Iba por la orilla, siguiendo las curiosas formas cuando me encontré este corazón tan perfecto y un poco más allá, otro muy parecido, pero sin estar "cerrado" del todo. Todavía no encuentro una explicación pues, si lo estaba haciendo alguien con algún molde (que debería ser muy pequeño y hecho con mucha precisión), cómo es que el viento y el agua del mar, no lo deshacía? Y cómo es que se daba el mismo fenómeno en lugares tan distantes? Yo creo que es más una cuestión del tipo de arena, en combinación con el viento, las olas y todo junto hace que se formen estas curiosidades. Y para los que somos más románticos, la explicación puede ser más mundana...
martes, 23 de septiembre de 2008
Concierto de Antònia Font
El sábado por la noche fui al concierto de Antònia Font con una amiga, dentro de los conciertos del BAM, que a pesar de ser gratuito, como digo yo "Ya lo hemos pagado entre todos". Aunque no llegó a una hora y media, se agradece que los de ses Illes volvieran a Barcelona, ya que me perdí el concierto que hicieron en el Liceu. Muchas canciones de su repertorio, me recordaron mi estancia en tierras escocesas, dónde sus letras, me trasportaban hacia otros mundos imaginarios. A pesar de que esta no la tocaron, "Dins aquest iglú" es una de mis favoritas "Ses coses no són fàcils per ningú dins aquest iglú tan descongelat, tanta longitud,tan ple de finals,tan privat de tu".
jueves, 18 de septiembre de 2008
Tragedia en el Nanga Parbat
Ahora que todavía quedan unos días hasta que se acabe el verano, quiero escribir sobre libros de verano. Ya sabéis, aquellos libros que, durante el año, dejamos apartados para leer para cuando tengamos más tiempo, generalmente durante las vacaciones estivales.
A pesar de que a principios de julio empecé Un mundo sin fin, de Ken Follet, lo dejé “aparcado” para mi viaje a Escocia, ya que es de unas dimensiones considerables como para ponerlo en la maleta. Así que cogí uno de una medida más normal, Mentre hi hagi llum. Tragèdia al Nanga Parbat, de Eduard Sallent Es la historia real, de la expedición de un grupo de catalanes a uno de los 8.000, la llamada ‘montaña asesina’, el Nanga Parbat. Está escrito de una manera muy cercana, explicando en primera persona y en forma de diario, no sólo las dificultades del ascenso, también los momentos de debilidad emocional que puede tener cualquiera que haya intentado subir a una montaña de estas dimensiones. Pero lo que más me impresionó de su vivencia, es el momento de la tragedia que les rodea, cuando uno de los compañeros cae y desaparece para siempre. Cerré el libro un momento. Me imaginaba al pobre chico, todavía vivo por momentos, quizá horas, sin que nadie lo pudiese rescatar, ni tan siquiera sabiendo que había caído (el resto lo supo más tarde). Sus compañeros nunca pudieron rescatar el cuerpo para enterrarlo, y parecía que si no veían el cuerpo sin vida, les costaba más hacerse a la idea de que nunca más lo volverían a ver. Nunca había llorado leyendo un libro, pero este, con la manera de explicarlo y siendo que era real, hizo que estuviera días pensando sobre ello y me diera pena.
En Edimburgo me compré algunos libros. Writers and their Tall Tales, sobre curiosidades de escritores británicos, como Dickens, Jane Austen, James Joyce o George Orwell. Bloody Scotland, un recopilatorio de la historia de Escocia a través de sus batallas. Los dos están escritos con el peculiar sentido del humor británico y son de la editorial Scholastic. Otro más serio, The Town below the City, de Jan Andrew Henderson, sobre la ciudad escondida bajo el Old Town de Edimburgo y que se descubrió hace pocos años. El Mary King’s Close, hace visitas a esta especie de catacumbas (aunque yo no bajé). Y como curiosidad, porque este si que no lo podré entender, un libro en forma de cómic de Dr. Jekyll & Mr. Hyde, de Robert L. Stevenson, en gaélico.
A pesar de que a principios de julio empecé Un mundo sin fin, de Ken Follet, lo dejé “aparcado” para mi viaje a Escocia, ya que es de unas dimensiones considerables como para ponerlo en la maleta. Así que cogí uno de una medida más normal, Mentre hi hagi llum. Tragèdia al Nanga Parbat, de Eduard Sallent Es la historia real, de la expedición de un grupo de catalanes a uno de los 8.000, la llamada ‘montaña asesina’, el Nanga Parbat. Está escrito de una manera muy cercana, explicando en primera persona y en forma de diario, no sólo las dificultades del ascenso, también los momentos de debilidad emocional que puede tener cualquiera que haya intentado subir a una montaña de estas dimensiones. Pero lo que más me impresionó de su vivencia, es el momento de la tragedia que les rodea, cuando uno de los compañeros cae y desaparece para siempre. Cerré el libro un momento. Me imaginaba al pobre chico, todavía vivo por momentos, quizá horas, sin que nadie lo pudiese rescatar, ni tan siquiera sabiendo que había caído (el resto lo supo más tarde). Sus compañeros nunca pudieron rescatar el cuerpo para enterrarlo, y parecía que si no veían el cuerpo sin vida, les costaba más hacerse a la idea de que nunca más lo volverían a ver. Nunca había llorado leyendo un libro, pero este, con la manera de explicarlo y siendo que era real, hizo que estuviera días pensando sobre ello y me diera pena.
En Edimburgo me compré algunos libros. Writers and their Tall Tales, sobre curiosidades de escritores británicos, como Dickens, Jane Austen, James Joyce o George Orwell. Bloody Scotland, un recopilatorio de la historia de Escocia a través de sus batallas. Los dos están escritos con el peculiar sentido del humor británico y son de la editorial Scholastic. Otro más serio, The Town below the City, de Jan Andrew Henderson, sobre la ciudad escondida bajo el Old Town de Edimburgo y que se descubrió hace pocos años. El Mary King’s Close, hace visitas a esta especie de catacumbas (aunque yo no bajé). Y como curiosidad, porque este si que no lo podré entender, un libro en forma de cómic de Dr. Jekyll & Mr. Hyde, de Robert L. Stevenson, en gaélico.
miércoles, 17 de septiembre de 2008
Donar el que m'ha costat treure
I on ha quedat tot allò?. Per més que busco, no trobo el que mai han sentit. Els records s'esvaeixen enmig de somnis, que més que portar-me a un món desconegut i aliè, esdevenen el veritable sentit. Ni tan sols en aquests, m'alleugereixo de la càrrega del patiment pel que he perdut. Encara és pitjor.Treure'm el que mai gossaria donar. Donar el que m'ha costat treure. I ara, jeu en algún indret del no res, que no puc recuperar. Mai més el recuperaré.
jueves, 11 de septiembre de 2008
Curiosidades de Escocia
En mi bloc en catalán, he "colgado" algunas fotos de carteles que encontré por Escocia y que me llamaron la atención.
lunes, 1 de septiembre de 2008
Lo que dejo atrás
He vuelto hace un par de dias. Atrás quedan muchas experiencias, muchas risas, muchas horas de paseo, muchas reflexiones, muchos paisajes contemplados, muchas personas conocidas. Y unas miradas, desde el primer día. Unas conversaciones que se escapaban, por las escaleras. Un acercamiento lento y progresivo. Un estar pendiente el uno del otro, sin que nadie notara nada, ni tan siquiera nosotros,...
Y así, nos volvemos a encontrar en el aeropuerto y, cosas del destino, nos damos cuenta de que volvemos en el mismo vuelo. Y continuamos con las conversaciones de complicidad, el lenguaje verbal y el no verbal (no falla). Nos interrumpe un compañero de la escuela de inglés, que pasa por allí esperando su vuelo, hacia otra ciudad. Nos han dado asientos muy cerca y sonreimos, sabiendo que cuando aterricemos, sólo nos quedará el recuerdo. Volamos hacia Barcelona, y vuelan también mis pensamientos, y me pregunto por qué no serás más mayor o yo más joven,...
Y así, nos volvemos a encontrar en el aeropuerto y, cosas del destino, nos damos cuenta de que volvemos en el mismo vuelo. Y continuamos con las conversaciones de complicidad, el lenguaje verbal y el no verbal (no falla). Nos interrumpe un compañero de la escuela de inglés, que pasa por allí esperando su vuelo, hacia otra ciudad. Nos han dado asientos muy cerca y sonreimos, sabiendo que cuando aterricemos, sólo nos quedará el recuerdo. Volamos hacia Barcelona, y vuelan también mis pensamientos, y me pregunto por qué no serás más mayor o yo más joven,...
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