No me he ido de puente, y qué?

Unos días antes del puente de la Purísima (o de la Constitución, según quién lo diga),mucha gente me preguntaba qué haría. Y yo, que siempre tengo cosas por hacer, a pesar de saber que lo que me preguntaban era si me iría, ni que fuera por Catalunya, de viaje, dije: Basta! que no se aguanten colas interminables en las principales carreteras de camino hacia los Pirineos, que no se coja un avión hacia los Estados Unidos con tal de aprovechar la debilidad del dólar y volver con las compras de Navidad hechas, que no te lances a la calle siguiendo la locura consumista, NO quiere decir que no se haga nada, verdad?. Porque, a ver, hay cómo una extraña relación entre el "hacer" y "salir de la ciudad / pueblo" y así, semanas antes del puente, en diferentes medios de comunicación (y por e-mail) nos bombardeaban con anuncios de viajes, cerca o más lejos, por Europa o por el Caribe, para ir a esquiar o para relajarse en un balneario. Y sí, todo esto está muy bien. Pero, por qué esta especie de “psicosis colectiva”, por la cual si no se sale fuera, quiere decir que no se hace nada?. Y quién dice que quedándose una en casa, en la ciudad, sea equivalente a no hacer nada?. Nos han querdio vender que sólo cogiendo el coche y hacer quilómetros, o coger un avión y cruzar media Europa, será sinónimo de que hemos hecho verdaderamente, alguna cosa de provecho, hemos invertido en nuestro tiempo de ocio, estamos inmersos en la rueda,...Y no es así. Personalmente, me ha dado tiempo para sólo: salir de fiesta y bailar y hacer unas risas (o muchas diría yo), ir al cine a ver “Cassandras’s Dream” en V.O.S., hablar mucho por teléfono, acabarme “Orgullo y prejuicio” y empezar otro libro, estudiar, decorar un poco la casa, escribir, hacer una pequeña excursión por Collserola, visitar a los sobrinos,... y todavía me preguntaréis si he hecho alguna cosa este puente?.